El 31 de mayo en la galería Herlitzka & Co. inaugura Sin techo y sin ley*, exhibición de Karina Peisajovich que reúne más de una decena de pinturas al óleo inéditas. En esta producción reciente, Peisajovich se zambulle en la pintura para indagar en todos sus aspectos: trabaja la materia densa o casi efímera, en transparencias. Su pintura avanza hacia los bordes del bastidor y los pliegues del entelado. Hay desde retratos de su gato Marcel pasando por abstracciones hasta imágenes surgidas tras visitar el Sitio Burle Marx, en Río de Janeiro.
“Me dejé llevar por el deseo y el impulso, la materia y el color”, dice la artista, quien durante los últimos 20 años trabajó especialmente con la luz y el color. Lo hizo proyectando luces y sombras sobre superficies pintadas y mezclando color por superposición de haces de luz e interviniendo la iluminación de espacios de exhibición de galerías e instituciones públicas. “Trabajé la luz y el color físicos en el espacio real, investigando desde distintos ángulos el comportamiento del fenómeno de la visualidad y los modos en que la luz genera imagen”, señala la artista.
Ahora, suma a la precisión milimétrica que supone el trabajo con la luz –y en muchos casos la electricidad— un ejercicio de libertad absoluta. Materia pura, color, forma, tensión, ritmo y espacio son algunos de los pilares sobre los que erigió sus nuevas creaciones, realizadas en el último tiempo. Sin bocetos ni pasos previamente estipulados, se lanzó a la incertidumbre: pintar sin red.
Santiago García Navarro escribe en el texto de sala: “Es difícil, incluso para artistas maestrxs, enfrentar un desafío como el que se planteó Karina Peisajovich. El salto de un género a otro, de la figuración a la no figuración, de la gama del gris a la paleta a pleno, de la composición artesanal, detalle por detalle, a la mancha y a lo informe, exigen más temple y flexibilidad que la realización de un determinado número de variaciones sobre un mismo motivo o idea. Estas decisiones enfatizan la unidad del conjunto. Tanto, que habría que llamar “obra” no a cada pieza por separado, sino al conjunto que forman casi sin darse cuenta”.
Marina Oybin
*El título de la muestra está tomado de la película Sans toit ni loi (1985), escrita y dirigida por Agnès Varda.