El medio es el mensaje y el mensaje está en la pintura
La célebre frase de Marshall McLuhan de 1964 que da título a esta muestra, propone que el medio es el mensaje gracias a la capacidad que este tiene de dar forma e introducir un cambio de escala y ritmo en los asuntos humanos. Es claro que desde las primeras pinturas de las que se tiene registro, en tiempos paleolíticos, a la pintura tal y como la conocemos hoy, mucho se ha desarrollado en lo que refiere a sus características y diversidades técnicas, dando lugar a mayores posibilidades expresivas.
Herlitzka + Faria presenta una destacada selección de obras de artistas de distintas épocas y procedencias, en las que cada uno ensaya un mensaje propio, compartiendo en todos los casos un punto en común: el medio pictórico.
Las obras de Osvaldo Romberg (Argentina, 1938 - Israel, 2019) se centran en el análisis y deconstrucción de los sistemas cromáticos. Desde los tempranos años setenta el artista comenzó estudiar los colores a través de su valor, tono y saturación mediante composiciones en cuadrícula. Juan Pablo Renzi (Argentina, 1940 - 1992) desarrolla obras que condensan temáticas de literatura, música y pintura, generando así representaciones interdisciplinarias. Entre otras encontramos referencias al escritor Juan José Saer, a la revista musical Lulú y al pintor holandés Pat Andrea.
En el espectro del minimalismo se encuentran las pinturas de Alejandro Puente (Argentina, 1933 - 2013), quien se vincula con este movimiento en Nueva York en los años sesenta. En estas obras el artista se limita estructuras formales mínimas, mediante composiciones geométricas y superficies de color puro.
Dentro de la abstracción, Abdulio Giudici (Argentina, 1914 - 2008) fue un artista pionero en Argentina. Realiza obras geométricas en las que se desliga de cualquier tipo de narración, poniendo el foco de atención en el lenguaje formal de la pintura. También Sameer Makarius (Egipto, 1924 - Argentina 2009) –quizás más conocido por su producción fotográfica– realizó en sus primeros años obras pictóricas, experimentando en el ámbito de la abstracción informalista. Su imagen remite al chorreado o dripping, técnica vinculada a la pintura de acción.
El conjunto de paneles pintados con vibrantes composiciones abstractas de Marta Minujín (Argentina, 1943) conformó la instalación Laberinto Minujinda de 1985, donde la artista se proponía generar a través de veinticuatro espacios temáticos sensaciones en el espectador mediante una experiencia visual y una vivencia corporal. La obra de Luis Roldán (Colombia, 1955) está signada por las capacidades expresivas de la pintura. En la serie Eidola (plural del término eidolon, palabra que refiere a una aparición o a un fantasma) se revela la influencia de la abstracción modernista en su producción contemporánea.
Horacio Zabala (Argentina, 1943) comienza a desarrollar a partir de 2009 la Serie de hipótesis, monocromos pintados a mano, intercalados con signos gramaticales y matemáticos en madera, que construyen frases visuales. El artista transmite su idea sobre la sensibilidad estética: las relaciones entre las cosas son tan importantes como las relaciones entre la apariencia de las cosas. Oscar Bony (Argentina, 1941 - 2002) se traslada a Milán en 1976, donde reside durante casi diez años. Allí comienza una etapa de trabajos íntegramente pictóricos, incorporando por primera vez una gran pluralidad de materiales, temas y colores.
En casos como el de Juan Tessi (Perú, 1972) o Elda Cerrato (Italia, 1930), la figuración se hace presente de manera patente. El primero con un retrato que roza el hiperrealismo, e incomoda por el tema representado. Cerrato combina en cambio algunos elementos figurativos y arquitectónicos con otros abstractos, pero abordando un tema de su interés: las migraciones y su cambio de hábitat.
Así, la muestra invita al espectador a recorrer la multiplicidad de mundos e ideas propuestos por cada uno de los artistas, descubriendo en cada caso qué mensaje transmite cada pintura.
Sofía Jones
Herlitzka + Faria