Delia Cancela: cómo traer una imagen al mundo
Desde su participación en el Instituto Di Tella hasta sus diseños en la escena de la moda europea, la diversa producción de Delia Cancela no impide, sin embargo, distinguir algunas características que han atravesado su trabajo. En esta exposición se presenta un conjunto de piezas realizadas entre finales de los años 70 y comienzos de los 90 donde es posible identificar algunos de esos aspectos comunes: procesos de creación compleja, exposición de procedimientos, recurrencia de motivos y relaciones entre la línea y el color son sólo cuatro de esos rasgos.
En el registro de la presentación en París de la colección Impressions junto a Pablo Mesejean aparecen, por ejemplo, tanto las dinámicas de creación colaborativa como la experimentación sobre las formas de presentación. En el detrás de escena de ese evento que oscila entre el desfile y la performance, los vestidos se descubren como el producto de una génesis compleja que contrasta con la organización y el orden que sugiere la grilla con los setenta y seis dibujos que señalan cada pasaje.
Los diseños que Delia realizara para una firma francesa en los años 80 y 90 también muestran algunas de esas características aunque modificadas en las nuevas dinámicas de producción. Un proceso que comenzaba cuando talleres especializados reproducían sus dibujos originales –realizados primeramente en témpera o acuarela- para luego multiplicarlos en un rapport hasta alcanzar las medidas definitivas de la tela. En la monumentalidad de sus dimensiones es posible distinguir todavía las marcas de las correcciones realizadas a mano, los sellos de los talleres de Lyon y los cortes que Delia les realizó en años posteriores.
La muestra excede su rol de exhibición para convertirse en un espacio de condensación donde esas características quedan evidenciadas tanto por el montaje como por la selección de este conjunto de piezas. Ese territorio donde la imagen se construye, allí donde ellas vienen al mundo, es el que las obras de Delia nos proponen recorrer.
Agustín R. Díez Fischer