Candelaria Traverso

Otro posible es posible

El 14 de agosto en Herlitzka & Co. inaugura Otro posible es posible, la segunda exhibición de Candelaria Traversoen la galería. La muestra surgió a partir del potente efecto que produjo en la artista el vínculo con Maimará, en la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy, en la Cordillera de los Andes, donde ella reside y trabaja. “El lugar te pone en otra órbita, en un estado de contemplación”, dice la artista sobre este sitio en el que generó nuevos vínculos con los pobladores del lugar y las mujeres del mercado.

Influenciada por las tradiciones de la región y, al mismo tiempo, protagonista de la contemporaneidad, Traverso presenta una serie de objetos, que llevan marcas ocultas de época y de formas de producción y consumo global. Hay que descubrirlos en sus singulares mantas–mapas, en las sutiles improntas de maíces sobre cerámica, en sus vasijas elaboradas con tierra del lugar, en una instalación con prendas hechas con ropa usada y en un fuerte hecho con atados de chalas. 

La Chakana, concepto clave en sus series anteriores, ahora se desplazó al de Chakaruna, que se refiere al desafío de lo humano como puente entre diversas cosmovisiones. “Hay algo que continúa con el mundo de la feria que viene del norte global y se relocaliza en América latina”, dice Traverso. Y añade: “El tiempo que transcurre en el pueblo es muy distinto al tiempo para el comercio o al tiempo capitalista”.

Hay en sus obras un potente diálogo entre distintos tiempos y ritmos, que surgió por su interés en trabajar en forma colaborativa. Pensando en “la práctica artística como deseo de compartir”, sumó a su trabajo a dos colegas del mundo de la moda y el diseño: una de ellas vive en Tierra del Fuego, la otra en Tilcara. Entre las tres se enviaron distintas prendas de ropa usada a las que sumaron textiles y elementos de la zona: el resultado es una serie de magníficas ruanas y ponchos, que se transforman en carpas y en bolsas transportadoras.

El nombre de este proyecto compartido es Ande, que surge del cruce de mujeres que viven en distintos puntos de la cordillera, y que encuentran en el lenguaje textil una manera de conversar y poner en común formas de hacer y de decir. Las obras colaborativas que tejen son elaboradas a partir de materiales de descarte o de re-circulación, que llegan desde el norte global. Prendas de segunda mano de múltiples procedencias son desarmadas y ensambladas con tejidos artesanales creando nuevos significados. Las piezas textiles dejan ver íconos y marcas de sus vidas pasadas, huellas de uso, texturas que dan cuenta de una historia.

A partir del reciclaje y la labor de retazos, remiendan, bordan y tejen, retomando prendas que remiten a las primeras mantas prehistóricas y vestimentas usadas en los Andes. Como el poncho, la ruana o el uncu, estas estructuras que son al tiempo superficies blandas también se convierten en toldos, carpas o bolsas contenedoras, elementos primigenios para la recolección y supervivencia de los pueblos.

Otro posible es posible responde a una necesidad vital de profundizar en las formas de hacer y de aprender en comunidad en Maimará que, como territorio andino, hace parte del Qhapaq Ñan, es decir de otra lógica geográfica que excede la del estado-nación. Candelaria recurre a la noción de chakaruna o “persona-puente”, aquellas que pueden vehicular una interacción entre las diferentes dimensiones que componen la realidad”, escribe Catalina Lozano en el texto de sala.

Para las cerámicas, Traverso recogió y preparó el barro con vecinas de Maimará que suelen trabajar con cerámica. También creó mapas en los que fusionó el territorio con su propia historia de vida. Y cuadros con flores, inspirados en una tradición del pueblo de floricultores en el que vive. Hay en esta exhibición un fuerte vínculo entre lo universal y lo más íntimo; entre los deseos más personales y la creación compartida.

 

Marina Oybin

Prensa: marinaoybin@yahoo.com.ar